Mi trabajo se desarrolla en un multilenguaje: un discurso que cruza los lenguajes visual, sonoro y verbal, a través de soportes y técnicas múltiples, ya que incorpora pintura, escultura, objetos, sonidos diversos y desde diversas fuentes, iluminación, video, fotografía. Investigo las relaciones existentes entre el espacio y la materia,
poniendo el acento en la sensualidad orgánica de los materiales plásticos entrelazados con lo sonoro y lo verbal.
Todos estos lenguajes se solidarizan en la obra no en términos de interdisciplinariedad sino conjugados en un único objeto que no es estático (objetivado) ni único: una obra cuyo movimiento constitutivo es la travesía.
Elegí partir de plásticos de uso cotidiano o producidos con colores que apelan a otras texturas, objetos.
Abordé, como eje de mi reflexión, la relación de permanencia y durabilidad en el medio de estos materiales,
la manipulación y la durabilidad de nuestros desechos. Me atrajo su fragilidad,
su precariedad y su transformación en relación con el tiempo.
Se trata de objetos de uso cotidiano que, una vez intervenidos, se camuflan en la piel de la arquitectura del espacio, en el cuerpo y espacio de trabajo, transformando el entorno.





